Conoce la temperatura ideal para tu refrigerador y congelador

No siempre es algo que se sepa a ciencia cierta, por eso aquí te ayudamos para que tus alimentos se mantengan frescos por más tiempo a una temperatura adecuada.

Para que los alimentos se mantengan frescos y con sus propiedades por más tiempo, el primer paso dentro del refrigerador y uno de los más importantes, es que este tenga la temperatura adecuada. No se trata de que esté al mínimo posible, ya que esto haría que tu refrigerador dañe los alimentos y además aumente su consumo energético. Por eso, debes encontrar el equilibrio entre una temperatura que garantice la conservación y al mismo tiempo se ajuste a la energía consumida para alcanzarla.

Cada refrigerador tiene un control de la temperatura diferente y lo importante es que leas el manual de instrucciones. Si es un refrigerador antiguo, con una ruleta de selección de temperatura que va de 1 s 10, puedes seleccionar un nivel medio, eso sí, en los meses de verano, o cuando el refrigerador esté muy lleno, puedes reducir la temperatura para asegurar que todo se mantenga. Asimismo, cuando no tengas muchos alimentos dentro, la puedes aumentar un poco para ahorrar en consumo.

En aquellos más modernos que tienen un display digital en el interior o el exterior que permite conocer exactamente a cuántos grados está el interior de cada zona y seleccionar cuántos queremos subir o bajar la temperatura.

En términos generales, la temperatura recomendada para el refrigerador es de 4ºC. Eso sí, puedes ajustarla entre los 2ºC y los 8ºC, en función de la cantidad de alimentos que vayas a conservar. Mientras más alimentos, menos temperatura y viceversa.

En el caso del congelador, la temperatura óptima es de -18ºC, aunque dependiendo de la carga puede oscilar entre los -16ºC y los -24ºC. En estas temperaturas nos aseguramos que la carne y el pescado mantienen sus propiedades nutricionales y se eliminan bacterias como la toxoplasmosis o el anisakis.

Ahora que ya conoces cuál es la temperatura óptima, debes conocer cómo mantenerla para evitar cambios que afecten a la conservación de los alimentos o que provoquen un consumo excesivo de energía. Aquí algunos consejos básicos:

– No dejes la puerta abierta durante demasiado tiempo. Cuando llegues del supermercado pon en la mesa todo lo que debes refrigerar e introdúcelos todos juntos en vez de mantener abierta la puerta haciendo cada cosa de las bolsas. Ya que cuando mantienes la puerta abierta comienza a subir la temperatura interior del refrigerador y luego para alcanzar aquella ideal, debe trabajar el doble para llegar a ella, consumiendo más energía de la necesaria en el proceso.

– Nunca pongas dentro comida caliente. Siempre espera que se enfríe antes de introducirla al refrigerador o congelador. De lo contrario, aumentará la temperatura del interior y, con ella, el consumo de energía para reducirla. Además, corres el riesgo de que el cambio brusco de temperatura afecte al resto de productos.

– Cuando quieras descongelar algo, pásalo desde el congelador hacia el refrigerador. De esta forma se aprovechará todo el frío de los alimentos congelados y ayudarás a reducir el consumo.

– Organiza bien los alimentos en el interior, utilizando las zonas más recomendadas para cada uno. Por ejemplo, los productos que no requieran una temperatura muy baja para conservarse deberían estar en las bandejas superiores.

– Coloca los alimentos ordenados, no amontonados, para que el aire pueda circular libremente. Así tendrá un funcionamiento eficiente.

-Aprovecha la tecnología VitaFresh para conservar mejor los alimentos. Bosch cuenta con esta tecnología para los alimentos que son más sensibles a los cambios de temperatura, aquellos frescos y que en los cajones VitaFresh, se conservan en las mejores condiciones durante más tiempo.

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